miércoles, 21 de enero de 2009

Hoy visité a un amigo para pasar el rato. Tuvimos una conversación interesante respecto de los cambios que podrían suceder bajo el mandato de Obama (O el Anticristo, para algunos). Si bien su ascenso al poder no se debe más que a una elaborada estratagema mediática, se nota que el personaje en sí cuenta con conocimientos para impresionar a nivel individual. Todas las situaciones convergen en este punto, donde los ilusos pueden gritar a viva voz acerca de cuanto ha cambiado el mundo, siempre hacia un futuro lleno de palabras comunes como "tolerancia",  "diversidad".

Palabras en torno a la música popular. Hasta este minuto las masas de jóvenes se han ensimismado en tributos permanentes para ídolos aparentemente inmortales. Es cosa de ver los folletos de tocatas: gran parte de los conjuntos musicales son tributos, imitaciones que con religiosa fidelidad siguen un patrón establecido. Es imposible el negar que todo artista se haya influenciado en cierta medida por otros nombres, mas este hecho no puede servir como una justificación para caer en un conformismo creativo.

Aprecio el parque cada día más. Los árboles y el sin número de canales de luz que se filtran a través de sus hojas...

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