domingo, 22 de marzo de 2009

El sentido de la experimentación de la vida es el poder eventualmente definir aquello que nos corresponda como individuos y lograr nuestro cometido en este mundo. Evidentemente, si bien el concepto de experimentación es uno sumamente amplio, podríamos reducirlo a tres variables fundamentales:

I).- Experimentación Sensorial: El uso moderado de drogas es aceptable, siempre y cuando su uso sea impulsado por una curiosidad de orden luciferino. De las facetas de la experimentación, esta puede ser la más dañina a nivel físico, pues se corre el peligro de perder el control y caer en una adicción.

II).- Artística: Asumiendo el hecho de que el ser humano se ha distanciado radicalmente de la belleza áurea griega en el campo de arte, lo único que puede aspirar el artista en estos tiempos es el poder explorar las posibilidades para captar la fuerza vital de su propio cosmos. Todo artista puede y debe experimentar en su crear insesante, sobretodo en sus años mozos, sino quedará sepultado bajo añejas concepciones y regalando más repeticiones al mundo.

III).- Espiritual: Quizá la más facilmente reconocible de las tres variables de experimentación es la búsqueda espiritual. El hombre es un caliz alquímico, donde cada instante de su existir agrega un componente más a esta caótica mezcla que es el alma, por lo que se ve en la necesidad de permanecer en movimiento. Una imagen perfecta de este vagar permanente es el cuento "Siddharta" del maestro Hesse. El joven Siddharta nunca permitió que su conocimiento se estancara y siempre siguió los designios del corazón, pudiendo finalmente encontrar la divinidad que se halla dentro de sí mismo.

Para concluir el tema, si bien la experimentación no es la voluntad principal dentro del hombre superior, es sin embargo el camino que conduce hacia él. 

Nada más que decir, estoy somnoliento.

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